(Por Pablo Castro) Argentina se quedó con el clásico de la
fase de grupos y está más cerca de los cuartos de final. El gol lo convirtió
Sergio Agûero
Menos mal que llegó la palomita del Kun, porqué si no las
cosas iban a estar complicadas. Recordemos que Argentina viene de empatar un
partido increíble con Paraguay. En donde iba dominando y jugando, dentro de
todo, bien y ganando 2-0. El problema fue que al final se lo empataron. Hoy,
los 11 del Tata salieron a jugar de una forma parecida: dominando e intentando
sostener el buen juego contra un Uruguay muy tirado atrás y con pocas luces.
Pero si con mucha garra y choque en cada jugada. Esto hizo que el juego se haga
algo trabado y por momentos poco entretenido para el espectador futbolero
que pagó su entrada para ver el supuesto Tiki-Tiki que prometió Argentina antes
de llegar a Chile.
La táctica de Gerardo Martino parece ir evolucionando
lentamente. Esta vez pudimos ver el verdadero funcionamiento de la figura del
partido Javier Pastore que estuvo muy atento en cada corte de mitad de la
cancha y trasladando el juego hacia adelante. Esto, quizás, colaboró
para que las cosas se jugasen en defensa uruguaya durante todo el primer
tiempo y parte del segundo, abriéndole el juego a Messi y a Di María. Otras de
las claves de este 1-0 final fue la defensa que se sostuvo en todo el segundo
tiempo, impidiendo la aparición de los rivales, como Diego Rolan, Edison Cavani
y, el recién ingresado,
Carlos Sanchez que llegaban con las ansias lógicas de
empatar el encuentro. Pero hay que confesar que ni el Fideo, ni el Kun se
sintieron muy cómodos. A Sergio prácticamente ni se lo vio en juego colectivo
aunque cumplió con su trabajo: El de convertir el gol clave del partido. Por
otro lado, este Ángel se encuentra bastante lejos del Ángel que vimos en el
Mundial. La estrategia ofensiva del Tata parece estar en poner al Fideo como un
falso delantero con el fin de aprovechar su velocidad para el traslado del
juego desde el medio campo hacia adelante. Pero todavía no queda bien en claro
cual es su función, ya que escasea de remates al arco y termina abriéndose por
los laterales que terminan en varios centros para pocos cabeceadores como tiene
actualmente la selección.
Argentina parece estar evolucionando lentamente partido tras
partido, como pasó en los primeros dos encuentros del Mundial 2014. Hoy no
estamos en Brasil, no hay Copa Del Mundo, Ni los complicados equipos europeos.
La gente tiene ganas de festejar y, por el momento las figuras y
individualidades están y aparecen. Falta solamente ese juego colectivo, seguro
y agresivo que todos estamos esperando El próximo desafío será ante
Jamaica, el único del grupo que permanece sin puntos. Vamos Tata
que se puede.
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