jueves, 18 de junio de 2015

Argentina y un triunfo ajustado


(Por Valeria Vanodio) Partido intenso y con protagonistas que se conocen muy bien las caras. El clásico rioplatense tuvo momentos donde ambos equipos no controlaban los nervios y parecía que no iban a terminar los veintidós en cancha. Argentina fue un poco más y los del Maestro Tabárez pudieron empatarlo.

Una jugada casi de manual entre los “ciudadanos” Zavaleta y Agüero fue la que le dio el triunfo al conjunto dirigido por el Tata Martino. De esas que se ven a menudo los domingos temprano en hora local en la Premier League. Pero la figura del encuentro fue Javier Pastore.

El técnico argentino encontró la solución del ocupante de ese puesto. El volante del PSG debe estar desde el inicio. Tuvo una noche donde se sintió cómodo en el campo de juego y eso hizo ordenar el juego y mejorarlo de mitad de cancha hacia adelante. Algo que, incluso en el anterior partido, parecía irresoluto.

Por primera vez en mucho tiempo, Argentina obtuvo una victoria sin la presencia decisiva de Lionel Messi. Esta vez la Selección no necesitó que el genio frote la lámpara, sino que fue más equilibrada colectivamente y, con la gran actuación de Pastore, que arrastró la marca de los uruguayos, el 10 pudo jugar con menor presión. A Argentina le quedan varios aspectos por mejorar. La seguridad aún en la victoria es una de ellas. Las faltas innecesarias y peligrosas de los defensores.

La imprecisión de los pases. La frialdad a la hora de tener la pelota y cerrar el partido. Son cosas que viene arrastrando y que llevarán trabajo y tiempo corregirlas, pero lo que se vio fue un principio de funcionamiento correcto.

Por otro lado, Uruguay sabe jugar con la presión  del rival, y, de hecho, se siente cómodo con ese papel. En ningún momento de los noventa minutos se los vio desesperados buscando el gol., o desprolijos con la pelota. De hecho, en el complemento, tuvo lapsos en los que puso en aprietos a Argentina, sobre todo en los últimos minutos, ya que llegaron al área con la pelota en el pie, un poco con criterio, otro tanto con su reconocido carácter, y se vieron las apariciones –buenas apariciones- de Sergio Romero.

Cuatro puntos de seis, Jamaica por delante y atrás el Mundial y el segundo tiempo contra Paraguay. Argentina debe naturalizar que no siempre va a aparecer la magia de Messi, si bien sus participaciones, escasas o abundantes, aportan en el juego. Hay buenas noticias para Martino: Argentina puede ganar sin ser messidependiente.

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